El Libertador y el mar

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Por Nito Milano

Este miércoles 17 de agosto se conmemora un aniversario más de la muerte del General José de San Martín, el Padre de la Patria.

El monumento “El Libertador y el mar” se trata de una obra realizada en homenaje al General Don José de San Martín, que representa su desembarco en la Bahía Paracas, Perú, en la goleta Moctezuma. El monumento posee una altura de 10 metros y se localiza en la plazoleta ubicada en Av. Libertador y Francisco de las Carreras, de la localidad de Mar de Ajó.

Si bien el monumento fue inaugurado en el año 1988, lo cierto es que todo comenzó en 1973, cuando partimos desde Santa Teresita en tres automóviles de la mano de Rotary International, con el fin de analizar el trayecto de la gesta emancipadora, en un itinerario que fue de 16.000 kilómetros. Fue precisamente que, al llegar a Bahía de Paracas, en Pisco, Perú, conocimos de cerca los pormenores del desembarco que culminaría con la gesta del sur de América, cuando San Martín por retaguardia entró a la ciudad de Lima y expulsó a los españoles.

San Martín se transportaba en la goleta Moctezuma, que era una nave pequeña, rápida y de maniobra veloz. Esta imagen quedó grabada en la mente de los nueve costeros que viajamos a ese lugar, ya que además la Bahía de Paracas nos recuerda mucho a la playa de La Costa, y aunque este es el mar del Atlántico y el otro es el del Pacífico, el desembarco fue la bisagra de la emancipación de América del Sur.

Al regresar de ese viaje, algunos años después, los rotarios de Mar de Ajó nos mencionaron que querían colocar un busto del Padre de la Patria en la plaza donde antes estaba el mástil, y fue en ese momento que recordamos lo vivido y pensamos que no podía ser un busto solamente, sino que teníamos que hacer un proyecto más ambicioso, que finalmente se concretó en el año 1988.

Una vez elaborado el proyecto, lo presentamos en el Instituto Nacional Sanmartiniano y la construcción del monumento se convirtió en una aventura. La obra estuvo a cargo del artista Ricardo D. Emilio y se inauguró en el mes de julio de 1988. Lo cierto es que más de tres décadas después, “El Libertador y el mar” es el único monumento en el mundo, y por eso las postales y las fotografías recorrieron el mundo. Todos conocen a San Martín a caballo, pero no al San Martín marino.