Gracias Meli Bahl Canelas por permitirnos compartir tu publicación realizada el sábado 29 de septiembre en la red social Facebook.
Meli Bahl Canelas socia de Rotaract Club Santa Rosa

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Hoy en la Rural, estuvimos con Rotaract Club Santa Rosa realizando la actividad de abrazos gratis, de pronto vi que venía caminando una señora mayor sola, yo me encontraba parada frente al stand, debo decir que ya un poco cansada (abrazamos a media rural creo) pero aún así decidí pararme frente a ella y decir (como hicimos gran parte del día) hola que tal, estamos realizando una campaña de abrazos gratis, ¿puedo regalarle uno? Se produce una pausa de unos segundos y esta señora accede, la abrazo como lo hubiera hecho con una abuela mía, nos despedimos, le dije que tenga un buen día y seguí ahí parada. Esta mujer mira el stand de al lado, vuelve hacia mi y me dice con sus ojitos brillosos y emocionada: no sabes hacia cuánto no recibía un abrazo. No pude contenerme y darle otro, ademas de invitar a una de mis compañeras para que pueda darle otro. Nos contó una pequeña anécdota muy emocionada las 3 abrazadas, nos saludamos y se fue caminando sola como había llegado hasta ahi.
Esto pasó, se lo comente a algunos de mis compañeros y quedó como una bonita anécdota. La cuestión es que al llegar a casa y relajarme un poco me puse a repensar lo que había sucedido y no pude dejar de emocionarme yo.
Sinceramente creo que no modifico la vida de nadie con esto que cuento, sé que el país no mejora de un día para el otro, el dolar no baja, la sociedad no deja de estar intolerante como lo está, como escuchamos cuando charlamos con la gente de lo que se vive hoy.
Pero no puedo dejar de pensar en esa mujer y sentir que gracias a un pequeño gesto ella se puso contenta y nos agradeció como si hubiéramos hecho algo enorme. Creo que ahí es donde me vuelvo a convencer de que vale la pena seguir haciendo estas pequeñas cosas, aunque no generen un terrible impacto, aunque no lo publiquen los diarios, porque la gratitud que genera es tanta tanta que te llena el alma…