Capacitarnos o incapacitarnos

Por Alberto Antonio Gagliano, Gobernador de Distrito 4921

Artículo escrito para la revista Vida Rotaria, en su edición Nº504.

Es muy lindo disfrutar de la gobernación, al momento de la publicación de este ejemplar, seguramente habremos recorrido casi la mitad de los clubes y sus Comisiones Directivas. Con el norte puesto en un objetivo: en los primeros 6 meses visitar oficialmente los 95 clubes de nuestro enorme Distrito 4921.

La alegría mutua entre los rotarios al apresurar los encuentros presenciales, también se nota al volver a las capacitaciones “como antes”, con apretón de manos y abrazos, y con la expectativa de volver a casa -a nuestros clubes- para poder transmitir la vivencia de esa encendida antorcha de motivación, proyectos, creatividad, participación, y el conocimiento de los lineamientos trazados por nuestra presidente Jennifer.

El pensar de dejar de ser los clubes color sepia, para volver a ser los clubes coloridos con la acción que nos caracteriza a los rotarios, ayuda a multiplicar la solidaridad en nuestras comunidades.

Ya empezado el año, hemos participado de encuentros de capacitación, algunos iluminados por nuestros grupos de rotarios organizados en varias zonas del Distrito, donde disfrutamos de la amistad, camaradería, la instrucción en temas importantes y sobre todo alentamos las oportunidades de generar servicios, recaudando fondos para el programa de Polio Plus. Todo eso… y mucho más.

Pero, necesitamos de las decisiones de Rotary International con capacitaciones dinámicas, con inclusión de temas inherentes a nuestras zonas de influencia, que los equipos distritales participen de los planes, formatos y contenidos de las capacitaciones y seminarios.

No puedo IMAGINAR ROTARY si los métodos son de rebaño, si los tiempos son interminables, si las ausencias de historias locales son un hecho, si no escuchamos a nuestros líderes hablar de principios, de valores, si todo da igual con tal de sumar un peso o un socio, o de restar costos, sin autocrítica y sin escuchar críticas… y mucho menos, si los rotarios vuelven a sus hogares apagados, sin motivaciones, sin esperanza… Así, sin duda alguna no será posible tener en nuestra organización la mejor operación matemática que en este caso corresponde a la SUMA.

Alberto